



Conjunto de piezas súper minimalistas de lineas puras, ángulos ligeramente marcados y combinación de biseles en diferente grado. Un mobiliario muy limpio que quisimos confrontar con el relieve abrupto de este mar de lava.
Una reflexión personal sobre la erosión y el tiempo.
Materiales: Madera maciza de Bitacola con herrajes de alta gama.
Acabado en aceites encerados.
Cliente: Particular. Parroquia del pueblo de Casa Pastores.